Restaurante Kong

Descripción del Negocio

Más que un restaurante chino lo de Kong es casi una puesta teatral, que por momentos podría parecer una función del Cirque Du Soleil. Con una arquitectura impactante, el visitante es recibido por un gigantesco árbol metálico y un cieloraso cubierto por más de cien jaulas vacías; los pájaros están pintados en las paredes, volando en libertad. La iluminación de colores ayuda a potenciar un efecto que, con algo de suerte, será incrementado por la comida.
La carta de Kong recoge preparaciones tradicionales del sudoeste de China, entre las que sobresalen entre otros platos el pato con salsa de ostras, los tallarines chinos, y el pollo crocante a la naranja. Para los que recién toman contacto con esta cocina, todos los meseros están prontos a asesorar al comensal.
La cocina a la vista tiene un encanto particular, dado que el visitante tiene la oportunidad, no sólo de ver el espectáculo de los fuegos en acción -bastante llamativo a decir verdad-, sino de aprender sobre técnicas y procedimientos. Claro está que no todo se enseña: la salsa madre, tradicional salsa china, la prepara únicamente el chef chino Wu Hua, a solas y sin ayudantes.
Fuera de la cocina, la barra es un lugar que conviene visitar, ya que ofrece creaciones originales como el pink mojito, entre otros. Muy lejos de los manteles blancos y la luz de velas, Kong propone una experiencia alejada de clichés y convenciones, y con el acento puesto en deslumbrar los sentidos.

Opiniones

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